Este curso gratuito en línea explica el uso de la tecnología solar para evitar las consecuencias de la excesiva dependencia de los combustibles fósiles.
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La energía renovable se refiere a fuentes de energía que son naturalmente renovables y no se agotan con el tiempo. Estas fuentes de energía son sostenibles a largo plazo y tienen un impacto ambiental mínimo en comparación con las fuentes de energía convencionales.
Algunos ejemplos comunes de energía renovable son:
Energía solar: se obtiene del sol a través de paneles solares o concentradores solares para generar electricidad o calor.
Energía eólica: se genera utilizando el viento para hacer girar turbinas eólicas que producen electricidad.
Energía hidroeléctrica: se obtiene del movimiento del agua, como ríos o corrientes, utilizando turbinas para generar electricidad.
Energía de biomasa: se produce a partir de materia orgánica como residuos agrícolas, residuos forestales, cultivos energéticos y residuos de alimentos, que se queman para generar calor o electricidad.
Energía geotérmica: se obtiene del calor del interior de la Tierra, generalmente a través de la perforación de pozos para acceder a fuentes de agua caliente o vapor que se utilizan para generar electricidad o calefacción.
Estas fuentes de energía renovable son consideradas más limpias y menos dañinas para el medio ambiente que las fuentes de energía tradicionales como los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), que son finitos y liberan gases de efecto invernadero y otros contaminantes cuando se queman.
El uso de energía renovable contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático, así como a la diversificación de la matriz energética y la independencia energética de los países. Además, las tecnologías de energía renovable están experimentando un rápido desarrollo y reducción de costos, lo que las hace cada vez más competitivas en comparación con las fuentes de energía convencionales.
